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Dialogar es la propuesta
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Hola… desde hace siete años mi trabajo ha consistido en ser Orientadora para un colegio con niños y adolescentes entre 5 y 18 años, además de forjar lazos con sus padres y todo un mundo educativo interno y externo al establecimiento. Este tiempo ha sido muy valioso para estudiar Psicología y profundizar la complejidad del ser, las relaciones interpersonales y sus dificultades.

Ya titulada fui invitada por el PhD Cristóbal Guerra quien ejerce como docente en Universidad Santo Tomas a participar de la investigación sobre Ética Global y la aplicabilidad del Toolkit junto a University of Edinburgh, en la cual me desempeñé como profesional de apoyo activo en dos workshops para 91 investigadores de países latinoamericanos, además de entrevistar a tres investigadores conociendo su reflexiones sobre el quehacer ético y científico tanto dentro del ámbito universitario o laboral, como también del contexto socioeconómico y político del lugar en que se desempeñan, descubriendo una infinidad de matices y enfoques que nos ofrece solo un tema de conversación, comprobando una vez más que todos y todo está interconectado.

Ética Global en su planteamiento del Viaje de Investigación, el toolkit y las 4P propició diversos cuestionamientos sobre la forma en que se investiga en América del Sur, desde ausencia de consensos colectivos en criterios de abordajes investigativos, hasta carencias de capital económico e involucramiento estatal.

Sorprende la motivación y apertura con que distintos académicos postergaron responsabilidades personales para compartir sus experiencias en este trabajo, gestando espacios cálidos de simpatía y colaboración de ideas y perspectivas; demostrando que debajo de un vestuario o de un título, existe la real esfera del ser humano, ese que siente, critica y se conmueve ante la contingencia y la adversidad, convencido de que el cambio existe, de que podemos generar mejores sociedades.

Asimismo, se observó una gran necesidad de generar lazos y redes académicas entre países; de aportar conocimiento, estrategias, elaborando colectivamente ideales y proyectos sustentables. En cada palabra aludieron a que quien investiga no lo hace para alimentar los trofeos de su biblioteca privada, sino que para impactar a la población y al país, especialmente a los sectores desvalidos socioeconómicamente.

Reflexionar sobre ética en la investigación implicó reflexionar sobre actualidad de cada país de origen, repensar necesidades y oportunidades, redireccionar recursos financieros, así como de resignificar las creencias y acciones desde las mismas personas…Y estamos de camino, en medio del Covid, de estallidos sociales y políticos, rumores, supuestas mentiras y verdades… transitando…cada profesional desarrollándose desde su trinchera, haciendo lo que aprendió y lo que cree se podría hacer, a veces sin saber, aventurándose con curiosidad de mirar bajo el agua, en encontrar su propia verdad y revelarla a su entorno…

Los entrevistados afirmaron su intención de continuar esta tarea investigativa, que se magnifiquen oportunidades y momentos para establecer diálogo permanente entre países, donde el Estado tenga rol protagónico en acompañar y conocer la labor de las universidades y docente investigadores como forjadores de nuevos horizontes intelectuales y de modos innovadores de co-crear realidad; impacto que es transferido a estudiantes emergentes a través de esta pasión por crear y aportar a la sociedad. 

En el continente siguen prevaleciendo diversas disputas y conflictos, algunas incluso normalizadas en las relaciones interpersonales más cotidianas, como las formas de liderazgo, la burocracia y sus nexos con el individualismo: desigualdad económica y social que pautea brechas entre hacer y no hacer, fortaleciendo las faltas de oportunidades, injusticias, discriminación y prejuicios; las migraciones y la validación de los pueblos originarios, entre otros temas, fueron indicadores ampliamente discutidos como desafíos éticos en las reuniones de investigación, es decir, las pautas de interacción social impactan al mundo de la investigación y viceversa, volviendo a la importancia ancestral de la educación para todos y todas, y de cómo ésta gesta consciencia como un elixir sanador de todas las prácticas del ser humano.

Dialogar es la propuesta, compartir es la propuesta, ser amorosos y cercanos con quienes no ven lo que yo veo, o que ven distinto de mí. Conversar, pero también escuchando y valorar las palabras de otra persona, independiente de su edad, sino como un otra/o rebosante de historias, de otras raíces, de otro enfoque, alegrías y sueños. El verdadero poder ético sigue siendo la educación, de la que emanan argumentos valóricos y morales que te permiten convivir colectivamente, y expandir tus horizontes mirando más allá de lo evidente y de ciertas ilusiones, tomando decisiones y siendo verdaderamente libre.

El viaje de investigación y el set de herramientas están para recordarnos el consenso y lo importante que debe respaldar a las personas es el universo ético de acciones, cómo cuido mi investigación y a todos quienes participaron, qué hago para llegar más pronto a mis objetivos, cómo actúo ante la adversidad, frustración y mis emociones, etc. Siempre existe una línea que invita a ser cruzada, pero a qué costo, y por supuesto no sucede solo en la investigación sino en todas las atmósferas de la vida. 

Esta investigación en Ética Global además de su intención de entregar respuestas ha abierto mil puertas y ventanas de incógnitas académicas y humanas, diversidad de propósitos de investigación, temas pendientes de cada país entrevistado relacionados con la incomodidad, flexibilizar el quehacer en un estudio, y de precisar de palabras amables que nos abracen independiente del idioma que hablemos.

 

Magdalena Valenzuela Escobar

Orientadora Familiar Mención Relaciones Humanas titulada de Universidad de Los Lagos; Postítulo en Orientación Educacional desde Universidad de Playa Ancha, y Psicóloga graduada de Universidad Santo Tomás, Chile.

 

(Image by Adam_Tumidajewicz from Pixabay)